¡Secretos para mantenerte motivado trabajando desde casa!

Consejos para mantenerse motivado trabajando desde casa

¿Te encuentras trabajando desde casa? ¿Te es difícil encontrar las formas de mantenerte motivado y ser más productivo?

Trabajar desde casa puede traer muchos beneficios, pero también varios inconvenientes. Mantener la motivación es un verdadero reto, ya que estamos expuestos a muchas distracciones, sensación de aislamiento y recordamos que no tenemos a una persona cerca de nosotros para auxiliarnos en un momento inoportuno.

El teletrabajo no tiene demasiados misterios, pero en este artículo te queremos mostrar algunas prácticas que puedes tomar si ya has comenzado tu negocio de aplicaciones, si eres un desarrollador o si simplemente tu trabajo lo han trasladado a tu casa.

Algunas prácticas pueden aplicarse a ti, y otras no. Lo importante es que tienes que averiguar y decidir qué es lo mejor para ti.

Sin más preámbulos comenzamos con los tips

Tu entorno

Como te has de imaginar, vas a pasar mucho tiempo sentado, entonces debes de pensar muy bien donde vas a trabajar.

Elección de la oficina

Aunque trabajes desde casa, necesitas un lugar al que puedas llamar oficina. No tiene por qué ser siempre el mismo lugar, y no hay reglas que definan una oficina: Puede ser una habitación exclusiva, un rincón del salón o un lugar en el garaje.

Sin embargo, muchos sugieren que se defina y reserve una zona determinada de tu casa como oficina y la utilices siempre como lugar principal de trabajo.

Algunas personas les gusta reserva una zona entera de la casa. De este modo se dan cuenta de que será el área donde pueden enfocarse más.

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Se sugiere que todos los habitantes de la casa sepan cuál es tu oficina y que cuando estas en ella se abstengan de hablarte.

Crea transiciones

En un trabajo de oficina tradicional, la transición al modo de trabajo se produce cuando se sale de casa y se viaja a la oficina. Cesare Rocchi sugiere que crees tus propios ritos de paso, que pueden ser cualquier cosa que ayude a tu cerebro a reconocer la transición; durante los meses de verano, un enfoque puede ser regar las plantas.

Para algunos, puede ser preparar una taza de café o té. La tuya puede ser cualquier cosa: Encender o apagar la radio o la televisión, abrir una ventana determinada, cerrar la puerta de la oficina, darte una ducha o simplemente dirigirte a tu despacho y sentarse.

Lo que elijas debe ser un patrón que tu cerebro reconozca como el comienzo de tu sesión de trabajo.

Si normalmente utilizas la computadora para hacer actividades de ocio como ver películas o jugar, sería buena idea de evitar usar el mismo ordenador para estas actividades, este podría ser un rito de transición que podrías identificar.

Elegir la ropa

Claro, probablemente suene bastante atractivo trabajar en pijamas. Sin embargo, vestirte de la forma en la que vas al trabajo podría ser otra manera de decirle a tu cerebro que vas a entrar a trabajar y que se prepare.

Tampoco quiere decir que te vistas de saco y corbata si normalmente no lo haces en tu oficina, pero elige sabiamente de manera que puedas prepararte mentalmente.

¿Hora fija o flexible?

El tema de los horarios de trabajo es muy variado: por un lado, tienes un horario fijo, como el de una oficina. Por otro lado, tienes total libertad de horarios, ¡incluso en mitad de la noche si así lo decides!

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En muchos casos, las horas de trabajo dependen de los acuerdos con tu empleador o con el cliente, ya que pueden exigir una ventana de disponibilidad concreta cada día.

En mi caso, establezco un número de horas predefinidas a la semana y dejo que todos los acontecimientos externos, como familiares, cambien mi horario según parezca conveniente.

Si es necesario trabajo de noche para alcanzar mis objetivos y en caso no pueda llegar a mi meta, elijo unas horas el fin de semana.

Son muchas las variables que afectan al horario de trabajo:

  • Hora de inicio
  • Hora de finalización
  • Número de horas
  • Eventos externos
  • Distracciones
  • Familia
  • Estado de ánimo

La clave aquí es priorizar las áreas que mejor funcionen para ti.

Gestionar las distracciones

Las distracciones de tu oficina son diferentes a las que puedes tener en tu casa, pero no podemos negar que las distracciones digitales son las mismas en ambos lugares: Correo electrónico, Twiiter, Facebook, mensajes de texto, estos pueden ser verdaderos consumidores de tiempo.

Si te distraen con demasiada facilidad deberías pensar en desactivarlas por completo.

Algunas personas lo aman, otros lo odian, pero podrías probar la técnica de pomodoro. Sea cual sea la solución de gestión de tiempo que utilices, el truco está en centrarte en una tarea específica. Esto te ayudará a mejorar la concentración y productividad.

Manejar el ruido ambiental

El ruido ambiental es un tema muy subjetivo; algunas personas necesitan silencio absoluto para concentrarse, mientras que otras, como yo, consideran que el silencio en sí mismo es demasiado «ruidoso» y molesto.

Pero ¿cómo se puede llenar el silencio sin que el ruido distraiga? Está el método estándar de la música de fondo, pero las siguientes soluciones también funcionan para muchas personas:

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+ Radio

+ Podcast

+ Televisión

+ Generador de sonido monótono

+ Música iterativa o minimalista

+ Ruido ambiental

Si consideras que la música es demasiado invasiva, podrías probar con sonidos ambientales, esta podría ser una buena alternativa.

Mantener la flexibilidad

En ausencia de restricciones externas, trabajar desde casa suele significar que eres el comandante en jefe de tu lugar de trabajo… siempre y cuando tu cónyuge o pareja no esté cerca, claro ☹

Tener el control sobre tu entorno de trabajo no significa necesariamente que todas las reglas se vayan por la ventana.

Ya sean estrictas o permisivas, debes tener un conjunto de normas y ceñirte a ellas. Puede llevar tiempo elaborar esa lista, ya que las normas se adquieren con la experiencia y pueden cambiar y evolucionar con el tiempo.

Como puedes adivinar, no hay reglas «buenas» o «malas»; en realidad se trata de reglas que funcionan para ti. Si crees que una rutina estructurada te funciona mejor, hazlo. Si te apetece ser flexible, haz eso.

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